Los inicios
En 1965, KaVo desarrolló el modelo de sillón para pacientes 1025, que permitió a los dentistas por primera vez tratar a los pacientes tumbados de forma ergonómica: mantener una postura sana y sin tensiones.
Descubra cómo los equipos de KaVo contribuyen actualmente a la salud de su espalda
El sello de aprobación AGR (Aktion Gesunder Rücken – Campaña para una espalda sana) fue otorgado a las unidades de tratamiento KaVo ESTETICA E70 / E80 Vision y a los taburetes KaVo PHYSIO Evo y Evo F
La evaluación fue hecha por expertos de diversos campos médicos, de acuerdo con estrictos criterios y se confirmó su condición de "saludables para la espalda".
Elevación motorizada
Con la elevación motorizada del asiento (KaVo ESTETICA E80 Vision), los pacientes de diferentes alturas siempre tienen la posición óptima para tumbarse porque se evita el efecto de estiramiento, cualquier aplastamiento de los músculos abdominales y la espalda.
Los niños también se encuentran siempre en una posición de tratamiento saludable.
RELAXline acolchado suave
Para proporcionar el máximo confort de tratamiento a sus pacientes, ofrecemos el tapizado suave RELAXline de KaVo.
Un paciente en una posición cómoda no solo está más relajado durante el tratamiento, sino que también asegura la relajación de todo el equipo y reduce la necesidad de que los dentistas se muevan de manera incómoda para una mayor visibilidad.
¿Flujos de trabajo más eficientes? ¡Le mostraremos como conseguirlo!
Hay muchos factores diferentes a considerar para la elección perfecta e individual de su unidad de tratamiento. Ya sea flexibilidad, un manejo intuitivo, comodidad o conectividad con toda la red de la clínica. ¡Permítanos ayudarle a obtener una visión general de lo que debe tener en cuenta!
1. Un manejo intuitivo
La unidad de tratamiento debe tener un modo de funcionamiento sencillo e intuitivo. Al mismo tiempo, debe ser posible adaptarla a las necesidades individuales del profesional de forma ergonómicamente optimizada mediante programas preestablecidos. De este modo, la misma unidad de tratamiento puede ser utilizada por diferentes odontólogos con sus respectivos ajustes individuales, sin tener que preocuparse de cambiar los ajustes de sus colegas.
2. Flexibilidad y compatibilidad
A la hora de seleccionar la unidad de tratamiento, siempre conviene tener en cuenta su flexibilidad y compatibilidad. Considere el sistema que ofrezca la mejor posibilidad de actualización o ampliación en el futuro (por ejemplo, para añadir nuevas áreas de tratamiento o profesionales adicionales) y que también ofrezca una solución altamente flexible para la integración de funciones adicionales y equipos de terceros.
Además del número de soportes para instrumentos disponibles o de las posibilidades de ampliación mediante, por ejemplo, conexiones USB en la unidad de tratamiento, también hay que prestar atención al soporte de productos de terceros. Es posible que un mismo fabricante no disponga de todos los instrumentos/aparatos que se necesitan. La configuración debe ofrecer la suficiente flexibilidad para adaptarla posteriormente a las condiciones cambiantes o a una gama de servicios más amplia. Los sistemas "abiertos" son el medio de elección y ofrecen valiosas ventajas (de coste).
3. Soluciones integradas
Básicamente, a la hora de abrir una consulta, hay que dar preferencia a los sistemas que puedan integrarse o adaptarse a la unidad de tratamiento y que, por tanto, no sólo ahorran espacio, sino que están inmediatamente listos para su uso.
Normalmente, estos sistemas pueden controlarse a través de los elementos de odontólogo o auxiliar, así como a través del pedal. Además, las soluciones integradas o adaptadas son significativamente más rentables que las unidades independientes y presentan importantes ventajas ergonómicas.
4. Funciones automatizadas
Las funciones automatizadas, como el apagado de la lámpara, el enjuague previo de la escupidera y el rellenado de agua para el enjuague bucal, contribuyen en gran medida a reducir la carga de trabajo del equipo de la consulta.
Además, los procedimientos de higiene, la desinfección interna, el mantenimiento y los protocolos de servicio apoyan y facilitan los procedimientos en la clínica, si están automatizados y son realizados y registrados de forma independiente por la unidad de tratamiento.
5. Distancias cortas y zonas de almacenamiento
En general, el mobiliario, el equipo y los instrumentos deben encontrarse alrededor de la unidad de tratamiento de manera que las distancias de desplazamiento y alcance para el odontólogo y el auxiliar se reduzcan al mínimo durante el tratamiento.
Las zonas de almacenamiento directamente accesibles para las bandejas, los instrumentos y los dispositivos pequeños, como los láseres de diodo o los sistemas de diagnóstico de caries, en la unidad de tratamiento resultarán muy cómodas. Lo ideal es que una unidad cuente con una bandeja doble giratoria frente al paciente, así como con una bandeja separada tanto en el lado del odontólogo como en el del auxiliar.
6. Conectividad
Si es posible, elija una unidad de tratamiento que pueda conectarse a la red de la consulta. De este modo, podrá transmitir fácilmente los datos creados individualmente o generados automáticamente dentro de la red de la consulta, como los controles del sistema y los protocolos de proceso, o almacenar las imágenes de la cámara intraoral/radiografías y los datos de diagnóstico en el expediente del paciente. La unidad de tratamiento se convierte así en parte de la red de la consulta.